ELKAR -2CD – RESEÑA
He comprado el doble CD Ikimilikiliklik, bidekidekaria, de Mikel Laboa y Artze Anaiak
No sé si compraré más cedés, por razones que no es el momento de explicar. Supongo que todavía iré a algún concierto en que el grupo venda sus cedés a la puerta. Pero serán ya compras muy excepcionales. Así son las cosas.
Esta grabación de Laboa y los hermanos Artze la descubrí creo que el 9 de junio pasado en youtube. Había salido el día anterior. En youtube paso mucho rato oyendo y buscando canciones. Mi sorpresa al ver un youtube de Laboa, dentro del tema, no canal, de Mikel Laboa que no conocía fue al ver que era una grabación lanzada por Elkar. No había nada en la web de la cátedra, no había nada en la web de Elkar, ni en la prensa. Era un lanzamiento en plan hit de trap hispano (valga la redundancia) o último single de Kendrick Lamar? Ojalá pero todavía esos youtubes solo tienen decenas de audiciones. Lo mandé a twitter y nadie se dio por enterado.
Así que he comprado el cd para conseguir más información. Y porque tengo los discos de Laboa, bueno, los que no he prestado, pero no el que canta con la orquesta sinfónica. No conservo la cinta del Bat Hiru que grabé cuando los primos me prestaron el lp de Herri Gogoa, pero sí tengo la reedición en vinilo que sacó Elkar con el fantástico libreto de Artze, que recita unas cifras y letras antes del Gernika.
Poca información incluyé el cd.
Hay un prólogo bastante tópico y remilgado de Xabier Montoia, que me disculpe la fogosidad el héroe de mi juventud, el frontman de los M-ak, en aquel concierto memorable de fiestas de Forua, en aquel concierto de San Cristóbal en Muxika, en aquel concierto del Gaueko en que me crucé con Ruper, sorpendido de ver a alguien con las mismas gafas de pasta y las mismas patillas que él gastaba. Es que es el acontecimiento del año y parece que estás pidiendo perdón, Xabier.
La inciativa veo que parte de Izaro Laboa, hijo de Mikel y Marisol. La grabación parece que no es posible datarla pero sería un concierto ofrecido en Eibar hacia 1975 o 1976.
Ikimilikiliklik era el espectáculo que ofrecía Laboa tras disolverse Ez Dok HAmahiru. Era por tanto un espectáculo. Es decir, había una parte visual con proyección de, nunca lo he sabido, al parecer los poemas de Joxean Artze, poeta gráfico al estilo de Apollinaire. Las canciones de Laboa de 1975 se alternaban con los poemas recitados por Artze con alguna grabación de fondo y el sonido de la txalaparta tocada por los hermanos Joxean y Jesus Mari. También se proyectarían cuadros de Zumeta, supongo. Uno de ellos servía de cartel del evento y de portada del cd. Supongo que el mismo cartel que yo veía a mis 13 años en las paredes del Puerto Viejo después de darme un baño en las piscinas camino de la estación.
Pero poco más dice. Quiero saber quién es JL Zabala.
Quiero saber quién toca los teclados de Bereterretxe.
Una voz femenina acompaña a Artze en un poema, hay un coro de voces en otro poema. ¿Quiénes son?
Y ya puestos, quiero oír el Zaude lasai con guitarra eléctrica y los ruidos del disco en directo.
Me alegra oir un Izarren Hautsa diferente, sin piano.
Me gusta oír a Artze sobre el final del Baga biga.
¿Hay, es posible, en el disco, alguna con dos guitarras? ¿Quién la toca?
Hay quien dice que los Lekeitios son el error de Laboa. Bendito error. Yo oigo aquí el Baga Biga y el Gernika y veo dos obras más vigentes que nunca, y ya fructíferas. Grabarlas en estudio era fácil. Interpretarlas ante un público asombrado un verdadero hito a que asistimos gracias a esta grabación.
Me alegra oír el Urtsua uda sin el moog del Bat Hiru sino con la voz de Laboa haciendo la magnética melodía.
De este momento recogido en este doble cd, en los youtubes y en spotify, procede buena parte de lo que nos ha dado la sensibilidad que tenemos, nuestra curiosidad por lo nuevo, por propuestas arriesgadas. Se lo ha dado a los txinaurrias del disco de Bidehuts, a Ibon gr, a los hermanos Insunza, a Aitor y Hannot, a Su ta Gar y quienes los acompañan en el disco Txerokee, a la Otxoa, a Julio Menem y su piel contra la piedra, a Alex de la Iglesia y sus Brujas, a Mursego con su Goya, a Anari, la jefa oscura, a Delorean, y sus ritmos bailables, a Xabier y a Kaki, a los guitarristas de Bera. Se lo ha dado a Sarri y a Bernardo. A DJ Beirut y sus crónicas. A Cabeza.
Esa guitarra más libre que torpe nos ha hecho receptivos a La Monte Young, a Glen Branca, a Fred Frith, esos recitados que también se oyen en el Gernika o en el Bai Euskarari de San Mamés ha abierto camino para que suenen más familiares Kate Tempest o hasta Sleaford Mods, Chuck D.
Tres hombres, tres chamanes, bien, lo dice Montoia, solos, revolviendo las mentes de sus oyentes. Abriéndoles a lo desconocido. Con sonoridades todavía nuevas. Lo decía Antton Valverde, sus acordes no eran los de los cantautores. Tres tíos trayendo nuevos sonidos, pero también poemas y canciones con letras, con significados, diferentes a lo acostumbrado.
Hay un momento, dice Marisol en sus memorias, que siente que Mikel canta de manera tal que conecta con su pueblo, que lo representa. Ceo que dice algo así, ya miraré. Ya no es el cantautor airado; su simple guitarra y su voz son instrumentos para una obra, obra propia, obra clásica. ¿Cómo no vamos a querer apreciar más momentos de ese prodigio? En Bat Hiru está ese Mikel, al de un año daba estos conciertos con el repertorio de su primer álbum, incluidas las canciones prohibidas, que vendrían en el Lau Bost.
Pero queremos más, queremos oír la guitarra de Zabala, su stratocaster, los teclados de Antton. Quizá alguien grabó alguna cantada en grupo o en dueto. Una canción cantada con …¿Lete?.
En octubre del 77 vi a Laboa por primera vez en la Casilla. De vísperas soñé con él, no te lo pierdas, pero el que salió era muy distinto. En mis sueños era un cantautor joven, atractivo. El Laboa que vi salir en la Casilla era un señor calvo, que decía cosas raras deambulando de un micrófono a otro. Fui ahí con un radiocassette escondido en una bolsa de deportes. Hace poco lo he digitalizado como he podido y subido en su mayoría a youtube con imágenes varias. La grabación no tiene ninguna calidad pero he pensado que podía interesar.
Aquel chaval que vio a Laboa en la Casilla hizo lo posible por abrazar la cultura euskaldun, pues no es cuestión de abrazar la cultura finlandesa de Bjork o africana de Yusun Dour. Era una obra válida para todos, no era un obra local para sus convecinos sino una a la altura de los grandes creadores de la música. Como Brassens, como Lennon y Mc Cartney, como Robert Fripp, como Joey Ramone, como Jacques Brel, como Carmen Santonja, como Violeta Parra, Atahualpa, como John Cale, como Neil Young, como Jimmie Rodgers, como John Cage.
En el caso de mis youtubes la calidad del sonido echa para atrás.
Pero el poco eco de este lanzamiento de Elkar me hace pensar que quizá no interesa saber que Laboa no es lo que se canta en San Mamés en los partidos, ni solo el que se acompaña de orquesta sinfónica y orfeón. Que Laboa emocionaba pero también ponía los pelos de punta con sus creaciones a partir de cero, con su voz extraterrestre, con su sabiduría extraída de algún lugar desconocido, acompañado de una simple guitarra.
Parece que Xabier decidió que esta grabación merecía ser conocida. Le pareció un regalo para los oyentes.
Al de dos días de encontrar esta grabación en youtube hice sesenta años.
Mila esker. Mil gracias por el regalo.