Reseñas de la obra novelística de Miguel Unamuno
por Pedro Rivero
Igual que con Galdós, comienzo a leer una nueva novela española de hace más de un siglo con la desgana de visitar esa época histórica, pero luego me va ganando la pericia del autor, en este caso el bilbaíno más universal, Miguel de Unamuno, y no puedo evitar asociar –de forma intencionada- el humor y la ironía de los que hace gala en NIEBLA con los de otro paisano como Álex de la Iglesia.
Siendo Unamuno una figura cuya sobriedad inspira el distanciamiento propio de los eruditos, resulta paradójico que así le dibujemos a él como “personaje”, cuando ésta, su obra más popular, en la que precisamente reflexiona sobre la frontera entre ficción, verdad y realidad, sea principalmente humorística, grotesca y llena de mordiente, con un argumento mundano propio del sainete.
Es muy disfrutable cómo en este ejercicio recreativo sobre los diferentes planos de nuestra existencia, introduce hábilmente pensamientos aforísticos tanto de alcance metafísico como de simple uso del sentido común a lo largo de una tragicomedia vivamente dialogada que se percibe como una pieza teatral ligera en la cual abundaran los apartes y monólogos.
La visión de Unamuno es en mi opinión muy moderna en su acercamiento a la realidad de las mujeres, escrutadoramente analítica con el carácter humano y sabiamente crítica con los usos de la época, pero, sobre todo, muy divertida, y la corona convirtiéndose a sí mismo en un personaje más de su ficción en el que parodia brutalmente su propia españolidad.
Su parentesco con “Seis Personajes en Busca de Autor” de Pirandello es evidente, pero más allá de su interpretación estrictamente literaria, creo que el tema central del argumento no es simplemente una excusa, pues no acabaría con la frase “y luego hay quien dice que no matan las penas”, si a Unamuno no le importara tanto habernos sumergido en un ejemplo de la ingobernablidad de las emociones y los sentimientos.
Imagen destacada: Katja Lang. Nebelwald, 14×20 (30×40)cm, Photogravure, 2022
Katja Lang (Chemnitz, 1968) es una artista gráfica alemana. Su gran dominio de la línea y de los medios tonos es la base de una obra muy personal en la que consigue crear atmósferas de una gran sensibilidad. La máxima de menos es mas adquiere en su obra un sentido pleno. https://katja-lang.com/
